viernes, 23 de septiembre de 2011

Jaula de grillos

Cuando escuchas las manecillas del reloj marcando el paso de tus días y el tiempo impostor engaña a la memoria dilatándola en exceso, se genera un eco ensordecedor dentro de ti que no te deja dormir...no te deja. Vuelven mil imágenes de tantas noches pasadas, de tantas horas en compañía. Las palabras se superponen, no sé quién dijo qué. Tampoco cómo dijiste cuándo. Y sin saber muy bien porqué acabo con la cabeza loca y el corazón ido. De viaje hacia ninguna parte. Un camino sin retorno que me lleva directo a tu recuerdo, sin trasbordo. Tu imagen se recrea en mi imaginación, de brazos y boca abierta, esperándome, recibiéndome. Príncipe azul del demonio que vas a hacer del amor un imposible para mí. El sí de todos los nos. El no en alguna noche partida. Las risas robadas de los besos que no se dan, de los besos que se quedan esperando. Las caricias tímidas. Y la pasión dentro de una jaula de grillos.

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