jueves, 15 de septiembre de 2011

Y la noche

Superposiciones de hechos tridimensionales que dan sentido a todas mis lujurias. Miradas obscenas, y en mi mente una habitación de prostíbulo con luces rojas, esperándote. Elixires pasionales de tabús más que prohibidos. Socialmente antitético, opuesto, lejano. Somos buscadores insaciables de los placeres más oscuros. Abusos psicológicos, inocentes, absurdos. Obsesiones ¿sanas?. Enfermedad cultural.

Agonía

Las huellas de tus labios siguen en mis pupilas, hay manchas de éxtasis en el recuerdo. Paseo mi mirada a través de la memoria, de esas largas noches de absoluta locura. Y luego llego a mi cama y te huelo entre las sábanas. Resbala tu imagen por mis pulmones. 

Ya te tengo dentro.

Todo se desvanece, se apagan las velas. Y tú sigues deslizándote por entre mi cuerpo en esta noche de silencio. Ya nada volverá a ser lo mismo. Yo caigo.

Y los dos caemos.

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