jueves, 3 de noviembre de 2011

La Ilusión


Se ahoga mi mirada en los ríos de tu voz. Melodía de palabras sin sentido que azotan mi mente. Entretejiendo noches en vela, recuerdo tras recuerdo. Creando un abrigo de dulces pensamientos, una manta de sentimientos ilusorios que me arrope.
Un deseo por cada sueño. El calor del instinto, el de tu cuerpo.
El color de una de tantas realidades. 
Revolviéndome entre la calidez de tus hilos. Eróticas líneas que se entrecruzan formando esa estela que deja mi huída desesperada. Contradicciones que me desbordan.
Naufragio en el propio fluir de la sangre que me recorre. Rojo.
Oscuros trasfondos que se traspapelan durante infinitos tiempos tardíos. Negro.
Y el pánico dulce que en forma de escalofrío corretea por mis entrañas. Miedo.
Tengo miedo.

lunes, 17 de octubre de 2011

El mago


Sales por una puerta, te paseas.
...entras.
Como un prestidigitador, apareces de nuevo por el otro lado.
Caminas intencionadamente absorto, como  el que mira sin ver,
atrapando mi atención con esos ires y venires.
           Esa peculiaridad tuya de marcar la diferencia consigue distraerme.
TIRITAndo de frío enfundado en tus mallas tecnicolor.
En una de tantas noches en la que la música es protagonista,
aunque empiezas a quitarle el papel pricipal.
Con esos guiños a la vida,
el desafío en la mirada y
  la indiferencia  al absurdo social.
Con los ojos divertidos y el pelo enmarañado.
Es esa actitud la que me incita,
es la ausencia de miedo en tus  pestañas.
Como un mago que juega con la realidad, que la hace diferente. 
 ¡No puedo decir más que simplemente curioso!
...
[Curioso]




miércoles, 5 de octubre de 2011

El bandolero de la vida. Fragmento



Saber que no eres mío
hombre etéreo e infinito.
Otros labios te besan ahora
y otras manos rozan tu piel
recorriendo todo tu cuerpo
...lentamente...

Sólo con pensarte
se estremecen mis pestañas.
Cuerpo celeste que,
entre notas de r'n'r,
susurras mi nombre
contoneándote al ritmo.

Intento parpadear,
desprender todo mi encanto.
Un fugaz movimiento,
una sutil vibración
que provoque que sólo recuerdes
finalmente  mis ojos.


Al príncipe de los rockers.

martes, 27 de septiembre de 2011

El As de Corazones

El más ínfimo detalle se multiplica hasta elevarse a la enésima potencia. Un gesto insignificante, una mirada de soslayo, una camisa...la justa palabra que te ataca directamente a tí. Desde el silencio que te permite este estado de embriaguez, esas minucias se convierten en algo inmensamente pleno. Compruebas el calor de mi lucha interna, veo el color en tus ojos demandando mi atención.
 Te miro y remiro.
Te imagino del otro lado de la mesa, con el reflejo del tapete verde en la mirada. Tintinean las fichas al encontrarse entre tus dedos. Caen las cartas en escaleras de color que van iluminando la noche. Jugetonas las cartas, jugetonas tus pupilas. Cruza un brillo de insensatez por mis ojos. No llegas a imaginar lo que disfruto viéndote echar esta partida, ninguno de los dos sabe cuántos Ases llevamos bajo la manga. El de tréboles cayó en una tarde de lluvia junto con mis llaves. El de rombos, la otra noche,  con mi falda ¿ Nos repartirnos el de picas y el de corazones? Yo aún no sé cuál tengo, pero tú tampoco lo tienes claro.


viernes, 23 de septiembre de 2011

Jaula de grillos

Cuando escuchas las manecillas del reloj marcando el paso de tus días y el tiempo impostor engaña a la memoria dilatándola en exceso, se genera un eco ensordecedor dentro de ti que no te deja dormir...no te deja. Vuelven mil imágenes de tantas noches pasadas, de tantas horas en compañía. Las palabras se superponen, no sé quién dijo qué. Tampoco cómo dijiste cuándo. Y sin saber muy bien porqué acabo con la cabeza loca y el corazón ido. De viaje hacia ninguna parte. Un camino sin retorno que me lleva directo a tu recuerdo, sin trasbordo. Tu imagen se recrea en mi imaginación, de brazos y boca abierta, esperándome, recibiéndome. Príncipe azul del demonio que vas a hacer del amor un imposible para mí. El sí de todos los nos. El no en alguna noche partida. Las risas robadas de los besos que no se dan, de los besos que se quedan esperando. Las caricias tímidas. Y la pasión dentro de una jaula de grillos.

martes, 20 de septiembre de 2011

A ese niño

Y llenar de colores la vida y decorarla con mil sonrisas y más alegrías. Y estar tan divertida que nunca tenga tiempo de entristecerme... Soñar despierta. 
Sin a penas conocerte ya sabes sacar de mi las mil sonrisas y un manojo de nervios. Me vuelvo a escuchar cantándole a la vida ¡que sigo aquí! ¡que nunca me he ido!. En un bar rodeada de intensidad por todos los flancos, tocando las palmas y casi rozando el limbo. Viviendo cada día al límite como si fuera el último, con la pasión de los cantares más profundos. Con el misterio que envuelve la noche, que te envuelve a ti, que nunca sabe uno por dónde vas a salir, si vas o si vienes, ¿o es que tal vez tú tampoco te fuiste?
Pensando y pensando, las ideas se atropellan unas a otras, como dice una gran amiga "sin orden ni concierto", la única imagen que prevalece, en este estado anárquico-sentimental en el que me encuentro, es la tuya...
                                                                              la de ese niño.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Y la noche

Superposiciones de hechos tridimensionales que dan sentido a todas mis lujurias. Miradas obscenas, y en mi mente una habitación de prostíbulo con luces rojas, esperándote. Elixires pasionales de tabús más que prohibidos. Socialmente antitético, opuesto, lejano. Somos buscadores insaciables de los placeres más oscuros. Abusos psicológicos, inocentes, absurdos. Obsesiones ¿sanas?. Enfermedad cultural.

Agonía

Las huellas de tus labios siguen en mis pupilas, hay manchas de éxtasis en el recuerdo. Paseo mi mirada a través de la memoria, de esas largas noches de absoluta locura. Y luego llego a mi cama y te huelo entre las sábanas. Resbala tu imagen por mis pulmones. 

Ya te tengo dentro.

Todo se desvanece, se apagan las velas. Y tú sigues deslizándote por entre mi cuerpo en esta noche de silencio. Ya nada volverá a ser lo mismo. Yo caigo.

Y los dos caemos.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Rasgando la indecencia

Brillan tus ojos negros con una pasión sobrenatural. Me provoca un escalofrío que recorre mi cuerpo hasta donde se pierde el pudor. Observas con vivacidad el ir y venir de la gente. Ojos perfilados hasta la más pura indecencia, rasgados con la desvergüenza del que sin querer quiere. En mis noches de soledad, bajo las sábanas encuentro tu mirada rondando por mi imaginación, lejana, tranquila, pausada, como la de un gato cuando acecha su presa...despierto, como tu cuerpo, suave y terso. Con esa piel que te atrapa en un estadio de la locura en el que nada se puede controlar.


Con calma, sin apartar la vista de tu objetivo, te noto pendiente, sigiloso, desde esa estaticidad  que te proporciona el miedo. Contenido. Camuflando el deseo de saltar sobre tu presa.
 ¡Muérdeme! hace unos días me abandoné a tu suerte. Cazada por ti como una criatura inocente, sabiendo lo necesario como para salir huyendo, ya sólo soy capaz de correr calle abajo hacia tus ojos.
...
¡Tus ojos!

miércoles, 24 de agosto de 2011

Fugacidad

Cuán caprichoso el tiempo que, juguetón, tan pronto tiende a correr demasiado como a estancarse en un charco de agua corrompida. Corre resbalando de entre mis manos sin poder asirlo, ni rozarlo, y a veces se ralentiza de tal forma que se vuelve denso, ladrón. Robando espacio y ganas, afanándose vidas.
Tiempo,
             tiempo
                       ...un concepto indefinido, irregular, irrespetuoso. En muchas ocasiones innecesario. El tiempo es algo intangible, no tiene la capacidad de arreglarlo todo, no es un virtuoso de las causas perdidas. No, no lo es. Nunca espera, no se detiene a comprobar si se ha solucionado todo...nunca frena y siempre pasa. Ni permanece ni te pertenece.
Nunca ha estado en tus manos...

viernes, 19 de agosto de 2011

Tic-Tac

Pasa el tiempo en mi reloj de arena, ni segundos ni memoria, sólo arena. Ratos llenos de recursos vacíos, de miedos absurdos, de incertidumbres, pesadillas...sudor frío. Las máscaras de otro tiempo se pasean irónicas, y yo sigo inmersa en una sociedad gris, en una suciedad indescriptible, en una saciedad incontrolable...
No somos más que muertos en vida, enterrados bajo la arena de nuestros propios relojes, de nuestras muchas incoherencias. Un granito amoral que crea toda esta montaña de falsas teologías, de estúpidas moralidades. Te hundes, te deslizas por el sinuoso filo del frágil cristal de las apariencias. Creando ilusiones utópicas y llorando en silencio pensamientos oscuros. Un cuchillo de doble hoja se prepara para la noche ¿quiénes somos? Oyéndose risas en el trastero ¿y tú me lo preguntas?...El silencio social.

Sentimientos que se pasean
de la cabeza al corazón

-las ocho, las nueve-

Las horas pasan,
no miran atrás

-las diez, las once-

Manecillas que frías
¡Tic - Tac!
marcan los recuerdos.

Las doce.



Demasiado tarde

Un bar, una taza de café entre las manos. La melodía de una voz lejana amenaza con entrar en mi mente y conquistarla. Un ejército de mil palabras tuyas azotan un terreno firme hasta la fecha. Se pierde el equilibrio, y yo, en mi desesperación, balbuceo lo que se supone debe ser una palabra, algo que me proteja de la maldición de tu cuerpo.
...¡demasiado tarde!...
Finjo un contraataque absurdo, las ganas de abandonar esta lucha son evidentes. Mis sentimientos se rinden ante la milicia de tus ojos.Ya no puedo evitar mirarte de soslayo y cegarme con la llama que prende tus pupilas. Deseando esconderme bajo tu piel desnuda mediante el sudor de un susurro. Resbalando hacia la perdición por el silencio intenso de tus labios. Me pierdo, me abandono a tu destino.


lunes, 8 de agosto de 2011

El tiempo mata

Rayando en el absurdo esperar de las horas. Momentos que transcurren en los abusos personales del día. Tiempo que sólo trae más tiempo. La nada en la más cínica soledad. Inconexiones que segundo a segundo se intensifican.
Ráfagas de humo acompañan ya tu recuerdo en mi memoria.  Buscando desesperada los roces de tu angustia en mi piel. Como un gato escondido tras portales ilusorios observo, desde lejos, recelosa, el llegar de tu ida. Corres desesperado hacia aquella inocencia perdida con los años y esperas, sin aliento, una cadena de hechos sucesivos que nunca llega. Despunta al alba el brillo de tus ojos lunáticos. Ya te he conocido antes.
(...)
Todo se dispersa. Y es en ese preciso instante, en el que el olvido vence a la nostalgia, que un momento cualquiera deja de existir para siempre. Un recuerdo muere.



Gatos de ciudad

Entre las oscuras sombras de noches infinitas me paseo sedienta de algo que no encuentro. Camino por la soledad sonámbula. En un rincón sucio y tétrico, maúlla sin cesar un pequeño gato azul con ojos rebosantes de sentimiento. Se me acerca ronroneando y de un salto inesperado sube casi hasta mi hombro. Su lengua sinuosa lame la incertidumbre de mi mirada. 


Ya nada es lo que parece y todo parece lo que no es.

Escucho el eco de mi respiración entrecortada por el miedo. Su nariz fría se acerca a mi cuello...sube. Su aliento acaricia mi dolor. Respira acompasado jugando con esa lengua lujuriosa mientras me susurra al oído "Rompe mi interior y quédate en él. Te espero"

jueves, 4 de agosto de 2011

La muñeca de trapo

Sucia, por el uso
abandonada e inerte
como una muñeca, 
de trapo

Los ojos de plástico
atravesados por el hilo
de una realidad tortuosa.

Se desdibuja una mueca, 
no se sabe si una sonrisa,
confundida por ese dolor
harto habitual.

¡Demasiados parches...
demasiados rotos!

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ruidos


Mi cabeza es un continuo graznar de cuervos
que abalanzándose sobre nuestro recuerdo,
no dejan de él más que un eco ensordecido
por este dolor que se ciñe a mi garganta.
Se amontonan aquí los susurros despedazados,
allá los roces de tu piel hechos añicos,
a lo lejos tu voz se desvanece, 
ya no siento tu olor, ya sólo oigo ruido.


El pozo de lo inconexo

  Perdida en mitad de la noche, en la profunda oscuridad de mis propios pensamientos. La niebla de lo sucedido  entumece mi cuerpo dejándolo lleno de humedad. Recostada en una cama cualquiera, imagino todo lo que no pasa. Que este no es tu cuerpo, ni tu olor...que ya no recuerdo cómo saben tus besos. En mi delirio eres una constante, apareces y desapareces enredado en mi memoria.
  No descanso. Mis dedos juegan saltando de un pezón a un ombligo. Piel del demonio que me lleva por derroteros encendidos e infinitos. El deseo no entiende de moral emocional ni de dolor, entiende de impulsos. Caprichos nocturnos que te arrastran hacia la más absoluta locura. Cuerpos que invitan, que desnudan, que arden... Cuerpos, sólo cuerpos.
  Extralimitada y sin referencia, ya no distingo ni norte ni sur ¡ya no distingo! Es cómico observar cómo busco el equilibrio en una cuerda floja, inestable e imaginaria. Mi visión se distorsiona y caigo al pozo de lo inconexo.