lunes, 8 de agosto de 2011

Gatos de ciudad

Entre las oscuras sombras de noches infinitas me paseo sedienta de algo que no encuentro. Camino por la soledad sonámbula. En un rincón sucio y tétrico, maúlla sin cesar un pequeño gato azul con ojos rebosantes de sentimiento. Se me acerca ronroneando y de un salto inesperado sube casi hasta mi hombro. Su lengua sinuosa lame la incertidumbre de mi mirada. 


Ya nada es lo que parece y todo parece lo que no es.

Escucho el eco de mi respiración entrecortada por el miedo. Su nariz fría se acerca a mi cuello...sube. Su aliento acaricia mi dolor. Respira acompasado jugando con esa lengua lujuriosa mientras me susurra al oído "Rompe mi interior y quédate en él. Te espero"

No hay comentarios:

Publicar un comentario